Las 120 jornadas
,
seres más parecidos a las brujas tradicionales que a seres humanos. Son
viciosas, lujuriosas, con un pecho menos, calvas, sin dientes, con la nariz
ISSN 2411-8745
Number 1 (2016), 169 - 179
ҚазХҚжӘТУ ХАБАРШЫСЫ
«ФИЛОЛОГИЯ ҒЫЛЫМДАРЫ» сериясы
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torcida y los ojos llenos de legañas, etc. Sade, como Quevedo y Goya, tiene
una malicia especial cuando se trata de describir a mujeres mayores, quizás
pensaba en su suegra, causante de que fuera encerrado varios años en una
ocasión, o en su madre, a la que tampoco tenía gran afecto. Hay que recordar
que varios de los libertinos sadianos han asesinado a su madre y que en la
obra
La philosophie dans le boudoir
Eugenia, la muchacha que es enseñada
a ser libertina, termina al final torturando y violando a su madre con ayuda
de los libertinos, pues la detesta.
Recordamos que la violencia grotesca es en muchas ocasiones una
válvula de escape del autor, una catarsis de liberación de sus propios miedos,
odios y frustraciones. Bataille cree que la obra de Sade es consecuencia del
aburrimiento [2, p. 92]. Aunque esa liberación catártica no significa cura
efectiva de los males, como bien recuerda Blanchot mencionando al pintor
Goya “cada vez más poseído”.
Como acabamos de decir, el libertino es un personaje grotesco en sí
mismo. Para no reiterar descripciones interminables de tantos libertinos que
aparecen en las obras de Sade, vamos a remarcar los rasgos de unos pocos
por ser excesivos en su exceso, o hilarantes:
El conde Germande se dedica
a comer y en ello gasta fortunas; es
enorme y de una gordura monstruosa, su nariz muy larga, sus cejas espesas,
sus ojos negros malvados, su boca grande y deformada, su frente tenebrosa
y calva, el sonido de su voz espantoso y ronco, sus brazos y sus manos
enormes. Este gigante con el pene de un niño de tres años sangra a su esposa
cada cuatro días y la desangra. Es un personaje totalmente rabelaisiano por
su desmedida.
Roland, el falsificador de
Justine
. Es una especie de hombre lobo
cuya barba le llega hasta los ojos, de aspecto sombrío, feroz mirada y muy
moreno, peludo como un oso. Pero donde destaca este hombre es en su
pene, cuya longitud es la del antebrazo de Justine.
El presidente Curval, uno de los cuatro libertinos de
Las 120 jornadas
,
tiene la cualidad de poder ir un paso más allá que sus compañeros en la
asquerosidad. Sade se regocija al describirnos toda clase de desviaciones y
actos repugnantes con los que este hombre se recrea.
Delcour es un verdugo que trabaja para el libertino SaintFond; es
un personaje grotesco similar al tío de Pablos, también verdugo (personaje
deformado de Quevedo, quien en un carta a su sobrino le describe cómo
ha ejecutado a su padre). Especialista en dar bofetadas, patadas, azotar y
ejecutar. Hijo del verdugo de Nantes, hace prácticas ayudando al verdugo
de París.
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ИзвестИя КазУМОиМя
серия «ФИЛОЛОГИЧесКИе НАУКИ»
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Minski, brutalmente exagerado, devora carne humana, eyacula diez
veces al día y su semen llega hasta el techo. Tiene un harén de cuatrocientas
mujeres que le sirven para sus necesidades sexuales, así como para
alimentarle a él y a su zoológico, pues tiene en un patio exterior leones,
osos, leopardos y tigres. Trabajan a su servicio un ejército de cincuenta
criados y cien agentes que, por todo el mundo, le consiguen mujeres para
abastecer su harén y su despensa. La deformación de este gigante es de
nuevo rabelaisiana.
Otro de los campos repleto de imágenes grotescas es el de los vicios,
enumerados como las series que aparecen en Rabelais. En
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